Qué bueno que la música pueda ser descripta y sentida en colores, como gamas, como matices. Qué bueno que sea, la mayoría de las veces, la puesta en sonido de nuestros sentimientos e intenciones. Es maravilloso que el ser humano haya ido forjando, desde sus orígenes, esa posibilidad. Ritmo que sostiene, melodía que dice y lleva y armonía que llena, completa y “misterea” ese dejo tan incompresible, incorpóreo e intangible que es la música.

¿Cuáles son los colores del otoño?, ¿Qué colores tiene la música?, ¿Qué colores tiene nuestra música ciudadana? ¿Acaso si partimos del color -que es relativo a la vista- podríamos preguntarnos por el destino de nuestros otros sentidos en relación a la música? ¿Cómo olería ese otoño que Jorge Retamoza descubre en sus composiciones?, ¿con qué ojos miramos estos paisajes que nos presenta? ¿Son urbanos o podrían ser una mezcla entre la música de nuestra Capital, con algo de la provincia de Buenos Aires, algo de río, algo de ventana lluviosa, algo de campo?

La música del saxofonista y compositor argentino -considerado uno de los precursores en la introducción del saxo en el lenguaje tanguero- está atravesada por la cuidad; pero es una ciudad que se quiebra, que sale de los estereotipos porteños, más europeizada, más jazzeada, menos tonal. Jorge Retamoza -autor del libro El tango desde el saxo– presenta su disco Colores de otoño, continuando la exploración iniciada en los años 90, trabajando el tango a través del jazz y los procedimientos académicos. Editado por PAI Records, es una selección de 9 obras originales más una versión de Solo en la Multitud compuesta por Eduardo Rovira.

El trabajo muestra caminos posibles de la música porteña en el siglo XXI, desarrollando el concepto camarístico de la escritura y utilizando la improvisación con vocabulario tanguero como modo de un elemento central. Así como en la utilización de ritmos irregulares, el 7/4 que atraviesa a El Cuarto es una especie de evocación de una orquesta de tango, el 7/8 sobre la milonga campera Algo así tiene la novedad de incorporar la marimba en la orquestación. Los múltiples cambios de compás de Estudio 1 muestran una construcción sin el concepto de la armonía funcional.

Canta el saxo y canta la fuerza de Retamoza, cantan su búsqueda y sus influencias. Se escucha a Piazzolla, se escucha a Alban Berg y se lo escucha a él. Es muy reconfortante compartir el vivo de Nicolás Enrich en bandoneón, joven y muy maduro, muy presente pero discreto cuando acompaña, y Julián Graciano en guitarra que imprime su sello con excelencia y sensibilidad. También tocaron temas de Reunión Cumbre, que grabó Astor Piazzolla con el saxofonista Gerry Mulligan en 1974, primer ejemplo concreto de la fusión del tango con el jazz. Es una interesante comunión en la que Retamoza está pendiente de cada espacio, generando más ganas de escuchar. Grisel Bercovich